1. Mosquitos: 755.000 muertes anuales
Quizás los tiburones y los leones pueden ser animales peligrosos, pero no están en la lista de los más letales para el ser humano. En realidad, los animales que más hombres matan no son los que muerden a los hombres con sus mandíbulas, sino los que le pican con sus pequeños aguijones o incluso los que simplemente deciden atravesar una carretera al paso de un coche.
Los más letales son tan pequeños que apenas pueden verse a simple vista, pero su picadura sí que puede sentirse incluso varios días después. Se trata de las 2.500 especies de mosquitos, algunas de los cuales propagan enfermedades, como la malaria y el dengue, que pueden hacer estragos en países con medios sanitarios limitados o donde el suministro de agua es inadecuado.
2. Caracoles: 200.000 muertes al año
Tienen todo lo necesario para ser letales. Son babosos, lentos y, sobre todo, tienen aspecto de ser inofensivos. Pero en realidad, algunas especies de agua dulce de climas tropicales y subtropicales pueden darte una sorpresa muy desagradable: son capaces de contagiar el parásito de la esquistosomiasis, una enfermedad que puede ser mortal.
Cuando el parásito, llamado esquistosoma, entra en contacto con los humanos, puede migrar hacia los pulmones y el hígado, donde madura hasta la forma adulta del gusano. Ahí, puede causar fiebre, escalofríos, hinchazón de los ganglios linfáticos o incluso hinchazón del hígado y del bazo. También pueden provocar dolor abdominal, diarrea o micción sanguinolenta. Por suerte, un fármaco puede acabar de forma eficaz con él, siempre y cuando esté disponible en el sistema sanitario. Según la OMS, al menos 261 millones de personas necesitaron tratamiento en 2013.
3. Serpientes: 94.000 muertes al año.
Aparte de tener escamas, un fino olfato a través de su lengua bífida y de una «cámara» de visión térmica, estos depredadores también tienen muy malas pulgas. Cuando una serpiente te pica con sus súperdesarrollados colmillos, debes rezar para no estar ante una variedad venenosa. Las que lo son, tienen veneno capaz de matar a cinco personas de una sola dentellada. Se calcula que cada año son picadas alrededor de 5,5 millones de personas en el mundo, así que, mejor no arriesgarse.
Según la OMS, de las 3.000 especies de serpientes del mundo, 600 son venenosas y 200 de ellas son significativamente importantes.
4. Perros: 61.000 muertes
Son el mejor amigo del hombre, pero también pueden ser transmisores de enfermedades. En realidad ellos no tienen toda la culpa, porque gran parte de los contagios de rabia que se producen se deben al consumo de carne infectada en países asiáticos. En todo caso, si ves un perro con espuma en la boca y cara de muy malas pulgas, puede estar rabioso, y su mordida puede contagiarte la enfermedad.
El virus de la rabia provoca dos variantes de la enfermedad. Una que altera al comportamiento y produce hiperactividad, agresividad, hidrofobia (rechazo al agua), a veces aerofobia (rechazo al aire) y que puede acabar en el paro cardiaco y la muerte. Y otra que aparece en el 30% de los casos y que provoca parálisis y que también puede desembocar en la muerte.
5. Vinchuca: 12.000 muertes
Los científicos le llaman «Triatoma infestans» pero su cosecha de muerte y enfermedad le ha hecho labrarse muchos nombres, como chinche besucona (en México), chinche picuda (en Guatemala, Honduras y El Salvador), pito (en Colombia), chichá (en Paraguay), vinchuca (en Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia), chipo (en Venezuela), chinche gaucha (en Argentina) o chirimacha (en Perú).
El motivo es que con su picadura, puede transmitir el mal mortal de Chagas, que afecta al corazón y al sistema nervioso. Como ya habrás adivinado, vive en zonas secas y cálidas de América Latina.
6. Escorpiones: 3.250 muertes anuales
Tienen unas poderosas mandíbulas, llamadas quelíceros, y unas grandes pinzas, llamadas pedipalpos, con las que atrapar a sus presas. Además tienen un aguijón capaz de inyectar un poderoso veneno para paralizar a sus presas. Cuando se cruzan con un humano no quieren convertirle en su presa, pero si se sienten amenazados pueden lanzarle un certero aguijonazo.
Así, al final se producen 1,2 millones de picaduras cada año en México y en muchos países de América Latina, Oriente Medio, África tropical y el sur de la India.
7. Mosca tsé-tsé: 2.000 muertes
A diferencia de la mosca de andar por casa, algunas especies de la mosca tse-tsé tienen la mala costumbre de clavarle un aguijón al ganado y a los humanos para alimentarse con su sangre, con el inconveniente de que pueden convertirse en animales transmisores (vectores) de enfermedades.
Principalmente se encuentran en la vegetación de ríos, lagos, bosques húmedos y en la sabana. Y en algunos casos, pueden transmitir la tripanosomiasis o enfermedad del sueño cuando este parásito llega a sus glándulas salivales.
Esta enfermedad afecta a aproximadamente 20.000 personas al año y pone a unos 70 millones de personas en peligro sobre todo en el África subsahariana. Llega incluso a dificultar la ganadería y a acarrear problemas económicos.
Pese a su nombre, la enfermedad no solo causa sueño: cuando los microbios que producen este mal llegan al cerebro, producen extraños cambios de comportamiento, confusión, trastornos sensoriales y falta de coordinación. En etapas más avanzadas, pueden llegar a alterar los ciclos del sueño y, si no se trata, puede llegar a ser letal.
8. Cocodrilos: 1.000 muertes anuales
La sonrisa de los cocodrilos puede ser aterradora, y con razón. Aunque solo 6 de las 23 especies de cocodrilos que hay son realmente peligrosas, las que lo son pueden ser auténticos devoradores de hombres.
El más peligroso es el cocodrilo marino (Crocodylus porosus), y va seguido del codrilo del Nilo (Crocodylus niloticus). Este último tiene una reputación seguramente merecida como antropófago, en parte porque sus hábitats están cercas de zonas densamente pobladas, de modo que se producen muchos encuentros.
Estos son los cocodrilos más grandes de África, y pueden alcanzar una longitud máxima de seis metros y pesar hasta 730 kilogramos. Están presentes en toda el África subsahariana, en la cuenca del Nilo y en ríos, marismas y manglares de Madagascar.
9. Elefantes: 300 muertes
Los elefantes son criaturas majestuosas y tranquilas, hasta que se las molesta. Si eso ocurre, y si ellos o sus crías llegan a sentirse amenazados, son capaces de atacar sin piedad a sus agresores. A veces incluso, si un ratón o cualquier otra pequeña criatura se acerca a su limitado campo visual, pueden sobresaltarse y ponerse coléricos. Cuando esa pequeña criatura es un humano, puede ocurrir una desgracia.
Son los animales terrestres más grandes que existen en la actualidad. En algunos grupos, la gestación dura hasta 22 meses, y pueden vivir más de 80 años. Su cerebro puede llegar a pesar 5 kilogramos, lo que le convierte en el mayor de los animales terrestres. Se cree que este órganos les hace ser portadores de comportamientos como el duelo, el altruismo, la adopción o el juego, y que estarían a la par de otras especies inteligentes de cetáceos y primates.
10. Ciervos: 100 muertes
Cuando llega la noche, la actividad de algunos los animales se intensifica. El problema es que algunos de ellos quedan desorientados y paralizados ante los faros de los coches. Y, en el caso de que un automóvil circule a, por ejemplo, 90 kilómetros por hora y se tope con 200 kilogramos de animal, las consecuencias puden ser catastróficas.
En la Península bérica es muy frecuente el ciervo común «Cervus elaphus» o ciervo europeo, del que se conocen 27 subespecies desde el Magreb a Europa e incluso a América del Norte.
0 Comentario :
Publicar un comentario
Deja el comentario.