POR ALEJANDRO SANTAN
Tengo sobradas razones para solidarizarme con el colega periĆ³dista Juan Francisco Matos Espinosa, un decano de la comunicaciĆ³n dominicana, un colega que al igual que yo dio un paso al frente cuando la patria necesito de voces y plumas para luchar por las libertades, en momento en que transitĆ”bamos los peligrosos doce aƱos del doctor Joaquin Balaguer.
Fuimos formados para junto a valiosos colegas y amigo asumir el compromiso sagrado de defender las libertades pĆŗblicas en todo el sentido de la palabra, sin importarnos perder la vida en esa empresa, asumimos con mucha responsabilidad ese reto.
Identificando cual seria nuestra postura en esos aƱos de peligros constantes, nos colocamos al lado de los oprimidos, fuimos voces de aquellos a quienes la dictadura le negaba derechos, a quienes se le arrebataba la liberad y fuimos consoladores en el dolor frente a familiares a quienes la intolerancia polĆtica le arrebatĆ³ algĆŗn familiar.
Fue nuestra esencia, como periodistas formados por un gremio, por amantes de las libertades, por quienes entendĆan que desde la academia el mejor trabajo que hacĆan era formarnos, con la debida sensibilidad para no ver indiferente los atropellos a ciudadanos indefensos.
Esa formaciĆ³n profesional, es la que llevĆ³ a Juan Francisco a chocar con miembros de la DirecciĆ³n Nacional de Control de Drogas que la noche del miĆ©rcoles detuvieron a tres jĆ³venes en el sector SavĆca, donde el reside y donde se cometiĆ³ uno de los tantos abusos que los miembros de esa entidad practican contra indefensos ciudadanos.
Tres jĆ³venes fueron
requisados, nunca los periodistas formados como lo es Juan Francisco nos hemos opuesto a que los agentes de la DNCD hagan su trabajo, pero donde nunca hemos estados de acuerdo y nunca coincidiremos es con la acciĆ³n criminar de colocar drogas a quienes ellos quieren sacar de circulaciĆ³n.
Siempre estaremos identificados contra hechos de esa naturaleza, nuestros principios son claros, nuestra posiciĆ³n en ese sentido es inquebrantable, siempre estaremos en desacuerdo con esa manera irresponsable de actuar de algunos miembros de la DNCD.
Reitero, nunca nos opondrĆamos a que la policĆa, la DNCD ,el Ministro PĆŗblico, realicen su trabajo, siempre hemos estado en desacuerdo con el trĆ”fico y consumo de drogas por entender que quienes practican esas modalidades, sencillamente son criminales que matan a nuestra juventud.
Cada vez que conozcamos de la violaciĆ³n de derecho por parte de algĆŗn miembro de la DNCD, o de autoridad alguna estaremos denunciando esas acciones sin importar que nos veamos en esos peligros, porque nuestro compromisos siempre serĆ”n mĆ”s importante que nuestra propia vida.
Me estoy solidarizando con un colega a quien les irritan las violaciones a los derechos de los demĆ”s, fuimos formados para eso, nuestra capacitaciĆ³n y aƱos de servicio lo hemos dedicado a la defensa de los derechos de los demĆ”s sin importar que sean civiles o militares.
Las violaciones son desconocimientos de derechos y en ese sentido nuestra ConstituciĆ³n es clara, nadie estĆ” por encima de ella no importa el rango que obstente el violador, siempre nos tendrĆ” de frente en el terreno del derecho.
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