Por Rafael Matos Feliz.-
Casi a diario me he encontrado en discusiones amistosas con amigos, con estudiantes y con ciudadanos comunes en las calles, barrios y lugares de la provincia. Esas discusiones se relacionan con las ciencias naturales y los conocimientos que han construido los ciudadanos de manera popular en sus vidas y dentro de sus familias.
A partir de este momento pretendo expresar algunas comprobaciones de las ciencias que se contraponen a muchos conocimientos errados de los ciudadanos. El interés que nos mueve para hacer estos escritos es ayudar a mejorar la percepción popular sobre la verdad científica y que no se nos siga viendo como uno de los países con mayores niveles de ignorancia.
La primera discusión que planteo es la que se refiere a la creencia popular de que las frutas (mangos, cerezas, guayabas, ciruelas y otras) producen gusanos cuando se maduran o se pudren. Recuerdo que mi padre (QEPD) cuando me encontraba una fruta con gusanos y yo rechazaba comerla, me decía que no importaba pues el gusano era de la misma fruta. Yo aunque escuchaba, nunca intenté comerme ninguna fruta en esa condición.
Todavía hoy, para nuestra desgracia y a pesar del avance de las ciencias y de las tecnologías de la información y comunicación (tics), sigo escuchando opiniones parecidas a las señaladas. Esas informaciones son lastimosas y barrenan la conciencia cognoscitiva de muchos dominicanos y dominicanas.
Esas ideas falsas se basan en lo que se denominó “Teoría de la Generación Espontánea” o “Abiogénesis”, la cual se mantuvo activa desde la antigüedad hasta la mitad del siglo XVII. Esa “teoría” planteaba que muchos organismos surgen de manera espontánea a partir ya sea de materia orgánica, inorgánica o de una combinación de las mismas.
En el 1668, el investigador y médico Francesco Redi por medio de varios experimentos y luego Louis Pasteur a mitad del siglo XIX, demostraron que definitivamente la Generación Espontánea era una falacia y de esta forma se postuló la ley de la biogénesis, que establece que todo ser vivo proviene de otro ser vivo ya existente.
La aparición de gusanos en frutas es algo muy común en nuestro medio, pero lo que pasa es que muchos conciudadanos desconocen los datos que indicamos más arriba y de ahí la permanencia de esa aberración científica.
Amigos lectores, ahora pasamos a explicar el fenómeno. Lo que ocurre es que muchos insectos, especialmente las llamadas moscas de las frutas cuando las hembras están preñadas buscan un lugar donde poner sus huevos y ese lugar debe garantizarles comida a las crías cuando eclosionen de los huevos. Las crías de las moscas son gusanos y salen del huevo en un periodo de cerca de 30 horas después de ponerlos.
La mosca introduce los huevos con el oviscapto dentro de la fruta que se está madurando y luego se va. Un par de días después el gusanito sale del huevo y se encuentra que a su alrededor lo que hay es un jugo (el de la fruta parasitada) y de inmediato comienza su alimentación. Como respuesta la fruta se defiende en el área afectada y esa zona cambia su textura y sabor; pero además, por el diminuto hoyo por donde se introdujo el huevo le entra a la fruta aire y puede penetrar hongo y eso crea y acelera la pudrición del lugar afectado.
Los gusanos crecen a costa del jugo de la fruta y si nadie los molesta, al caer la fruta, esos gusanos se transforman en pupas o crisálidas para más tarde emerger como nuevas moscas adultas y así se continúa el ciclo hasta que haya comidas segura para sus crías. Como conclusión amigos lectores, ninguna fruta produce gusanos, es que los insectos se aseguran de que sus crías se alimenten de ellas, bien y gratis.
Cuando usted vaya a degustar las sabrosas frutas criollas y tropicales le recomendamos que primero la lave y observe si existen diminutos puntos o lesiones de color oscuro. Si es así, exprima el lugar para observar si sale jugo. Si sale jugo es indicativo de que hay una perforación y puede tener un huevo o un diminuto gusano. Siga exprimiendo y luego quite con un cuchillo el área afectada y cómase su fruta. Si no sale nada entonces a comerse la fruta entera.
Como recomendación adicional les sugerimos que coman todos tipos de frutas de temporada (mangos, cerezas, quenepas, guineos, peras, ciruelas, cocos, chinas, aguacates, etc.), pues nos aportan muchas y diversas vitaminas, hidratan al organismo rápidamente, ayudan al correcto funcionamiento del aparato digestivo, son diuréticas, aportan fibras y antioxidantes naturales. Las frutas que como el coco, aguacate y otras aportan grasa, la misma es beneficiosa para el organismo.
Rafael Matos Féliz
0 Comentario :
Publicar un comentario
Deja el comentario.