Roma. Un niño colombiano adoptado por una familia italiana irrumpió el discurso del Papa Francisco aferrándose al pontífice y no hubo forma de que los guardias de la plaza San Pedro lo despegaran del sucesor cristiano.
Con un pequeño de seis años abrazado a sus piernas. Así tuvo que hacer el Papa Francisco su intervención durante el marco de las Jornadas por la Familia en el Vaticano, pues no hubo manera de despegar al niño del lado del pontífice.
Saltándose todo el protocolo, el chico salió corriendo hacia el púlpito donde se encontraba el Papa y se colgó de su sotana. Pese a los esfuerzos de los agentes de seguridad por llevárselo de allí, el niño volvía a agarrar a Francisco, que le acarició cariñoso la cabeza y dejó que se quedara.
El menor beso el crucifijo y el anillo papa y hasta disfruto por un momento de la comodidad del asiento del líder de los católicos, convirtiéndose este acto en un único de esta especie.
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