Por Leonardo Plata: La
actitud valiente y responsable asumida por el magistrado Ariel Goméz Rubio, en
el ejercicio de sus fusiones como digno representante del Ministerio Público en
este Distrito Judicial de Barahona, constituye un aliciente y una esperanza de
que no todo está perdido en la sociedad dominicana, donde impera el caos, la
politiquería, el tráfico de influencia y el amiguismo.
El Procurador Fiscal Dijunto
Lic. Ariel Gómez Rubio, se ha granjeado el respeto y el reconocimiento por
parte de la sociedad Barahonera, que han manifestado su conformidad con la
buena labor que ha venido desempeñando en la Fiscalía de Barahona este
joven.
Son mucho los casos en que
este fiscal a tenido que enfrentar con mucha gallardía y firmezas a sectores
peligros y poderosos de Barahona, para que este disminuya o deje tal o cual
caso; en reiteradas ocasiones ha recibido amenazas de sectores oscuros ligados
al narcotráfico, pero también a tenido que enfrentar y someter a la acción de
la justicias a muchos miembros de los cuerpos policiales que se apartan de los
lineamientos y de las leyes.
Tuve el privilegio de estar
presente hoy en una audiencia preliminar de muchos debates y largas
exposiciones, como el Fiscal de manera responsable exponía sobre como operaba
una organización que desmanteló a través de varias llamadas telefónicas, y que
por este caso ha puesto su vida en peligro en varias ocasiones, están así que
en pleno salón de audiencia, uno de los imputados, en varias oportunidades,
interrumpió al magistrado y le profirió palabras amenazantes, y el magistrado
respondió con mucha responsabilidad, que no era la primera vez que lo amenazan
que él está cumpliendo con su deber, y si es necesario está dispuesto a asumir
las consecuencias que pudieran derivar al enfrentar el narcotrafico.
Las fuerzas vivas de esta
comunidad, estamos en el deber y la responsabilidad no solamente de apoyar a
funcionario de coraje y valía como Ariel Gómez Rubio, sino que debemos de
protegerle, ya que en Barahona y el país necesitan de hombres y mujeres,
serios, responsables, que asuman con firmezas la responsabilidad que se le
asigna, como es el caso de este joven Barahonero, tal y como lo plasmó la
religiosa y escritora Elena de White, cuando dijo:
“Que el mundo necesita de
hombre que sean sinceros y honrados en lo más íntimos de sus almas. Hombres que
no teman dar al pecado el nombre que le corresponde. Hombres que no se vendan
ni se compren. Hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se
desplomen los cielos”.
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