La miseria que viven los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional es un problema muy serio que ha venido agravándose y que genera disgusto a lo interno de esos cuerpos armados.
Todos los días militares y policías tienen que pedir bolas porque no tienen dinero siquiera para los pasajes y para comerse un plato del día.
Ese problema coincide con pugnas y desencantos que agravan la situación a lo interno de los cuarteles.
En el caso de la Policía Nacional, hay pugnas por los principales cargos de ese cuerpo, las que involucran a generales y coroneles.
Trascendió esta semana que las aspiraciones a la máxima posición policial de los generales Castro Castillo, Juan Gerónimo Brown, Alejandro Dipré, con apoyo de grupos de poder, se traduce en pugnas internas.
En el caso de Castro y Dipré son dos generales con excelentes vínculos con la Embajada de Estados Unidos y con otros sectores de poder.
A Brown lo ubican como un general que se habría politizado en el pasado proceso electoral, quien reprimió violentamente a dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en Cotuí.
Otro general que es promovido para la máxima posición policial es el general Pérez Sánchez, con excelentes vínculos con el mayor general José Polanco Gómez.
Otros promueven al mayor general Rosado Mateo, quien fue sugerido para dirigir la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) por el ex jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.
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