La firma brasileña vendió ocho aviones Supertucanos a la República Dominicana hace seis años, a un costo de 92 millones de dólares, unos once millones de dólares cada uno.
La adquisión de los ocho aviones en el gobierno de Leonel Fernández se hizo supuestamente para "combatir el narcotráfico", pero fue denunciada su sobrevaluación.
El vicealmirante Eurípides Uribe Terrero denunció que los aviones SuperTucano estaban sobrevaluados en unos dos millones de dólares cada uno, al comparar el costo de su adquisición con los mismos aviones comprados por Colombia y otras naciones.
La SEC es el organismo encargado de vigilar el sistema bursátil norteamericano en defensa de los accionistas, y es que Embraer cotiza en la Bolsa de Nueva York.
Los Supertucanos que compró la República Dominicana carecen de capacidad de vuelo nocturno, porque les faltan equipos de navegación, tampoco tienen artillería y el costo de operación es muy elevado.
Se dijo que al menos dos de los aparatos quedaron inutilizados por accidentes en la pista de San Isidro, pero esta información no ha podido ser confirmada.
Entre las tres naciones en las que Embraer habría pagado sobornos para
vender sus aviones, figuraría Argentina, por lo que al conocer la situación, el juez federal argentino Sergio Torres mandó un oficio para que le confirmen formalmente sobre el caso.
Los aviones Embraer fueron comprados por Aerolíneas Argentinas después de la nacionalización que dispuso Cristina Fernández. Esa operación quedó siempre bajo sospechas de prácticas corruptas, las cuales ahora fueron confirmadas por la empresa.
La primera compra de los aviones Embraer se hizo cuando el actual ministro de Justicia, Julio Alak, era presidente de la compañía aérea nacional.
Al parecer, la quebrantable situación judicial del ministro explicaría su total subordinación a los jóvenes cristinistas, quienes además de copar la “línea de bandera”, también tienen virtualmente intervenido su Ministerio.
A comienzos de abril, Embraer anunciaba la venta de dos aparatos E-190 a la compañía Austral Líneas Aéreas, subsidiaria de Aerolíneas Argentinas, que en la actualidad opera 20 aviones de ese modelo. Si bien en ese momento la compañía brasileña no aclaró el valor del contrato de venta, calificó la operación de “gratificante”, según un comunicado.
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