Tras un merecido descanso en las playas de Uvero Alto, Kerry Fischer, su esposo y unos amigos se enamoraron de RepĆŗblica Dominicana.
Probaron la comida y la cerveza dominicana y les encantĆ³, pero su mejor recuerdo es la amabilidad y el trato de los dominicanos.
0 Comentario :
Publicar un comentario
Deja el comentario.