Por Aurin Carbonell.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
Nada es ausencia de algo, es 0, es vacío y es totalmente nada. Nada debe ser la causa de afán o andiedad que muchas veces nos atormenta. Por más ciencia que tengamos nunca podemos agregar un día al curso de nuestra vida. El corazón del hombre no se saciará nunca con lo material; mientras más posee, más quiere y allí viene el afán. Dios dice que toda petición debe ser conocida y presentada delante de El, primero con agradecimiento y luego con súplica, entendiendo que Dios no responderá mis caprichos sino a las necesidades que el sabe que tengo y así mismo súplira en Cristo. Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Santiago 4:2-3 Cuando sabemos quién es el Suplidor, sabremos que podemos pedir, no para nuestro deleite y gusto sino para bendecir más su nombre. Entonces podremos confiar, descansar en El y su paz que sobrepasa todo entendimiento guardará mi corazón. La paz no es ausencia de problemas, es confianza, fe y seguridad en medio de las mismas. La paz viene de Dios cuando ha hecho expiación por nuestra culpa, y quitado nuestra carga de encima. Hoy te invito a confiar en El, hecha todas tus cargas sobre El, y experimentadas su dulce paz.
Señor me presento delante de ti rogando que mi corazón este siempre confiado en ti, que sepa esperar en ti y creer más en ti, en el nombre de Jesús amén. Ibendiciones
0 Comentario :
Publicar un comentario
Deja el comentario.