Nuestra Constitución en su Art. 14, reza, que: “son patrimonio de la Nación los recursos naturales no renovables que se encuentra en el territorio y en los espacios marítimos bajo jurisdicción nacional… la biodiversidad..”.
En el Art. 15, párrafo 1, expresa: “…los ríos, lagos, lagunas, playas y costas nacionales pertenecen al dominio público y son de libre acceso, observándose siempre el derecho a la propiedad privada. La ley regulará las condiciones, normas y servidumbres en que los particulares accederán al disfrute o gestión de dichas áreas”.
Y la Ley de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Ley 64-00), determina en su Art. 145- “Los bienes de dominio público marítimo terrestre o costas pertenecen al Estado Dominicano y, por tanto, son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Todo ciudadano tiene el derecho a su pleno disfrute, salvo las limitaciones que impone la seguridad nacional, lo cual será objeto de reglamentación”.
La Ley 305 establece la protección en todo el territorio nacional, de una franja de sesenta (60) metros, comprendida entre la línea de la pleamar y la bajamar, llamada zona de las mareas; y fue promulgada para modificar el ART. 49 de la Ley 1474, con mira a conservar la belleza de los paisajes costeros y marinos, proteger y conservar la biodiversidad tan particular y significativa de los ecosistemas marinos de nuestras costas.
Estas regulaciones las traigo para debate y consideración de la opinión pública y de las autoridades competentes de la región y, quizás, nacional, respecto a lo que está sucediendo en el Distrito Municipal de Bahoruco y el municipio de La Ciénaga, provincia Barahona, donde se levanta un MURO DE BLOQUES Y CONCRETO ARMADO, delimitando el espacio privado de lo que será el nuevo BAHORUCO BEACH RESORT, propiedad del flamante hombre de negocio y ministro de Obras Públicas, el sr. Gonzalo Castillo, a la sazón, un hombre de la región sur.
Soy partidario de promover y apoyar el desarrollo turístico en la zona. Y felicitamos los valientes que arriesgan sus capitales para invertirlo en estas tierras marginadas por los gobiernos de turnos de todos los tiempos. Soy a favor del progreso de los pueblos y sus gentes. Sin embargo, por el desarrollo, el progreso y avance de nuestra región, no podemos vender nuestro suelo y nuestro patrimonio natural.
Es por esto que nos oponemos al MURO FRENTE A LA PLAYA de La Ciénaga, que anula el patrimonio natural de estos pueblos, la belleza de sus paisajes, y sobre todo, nuestra gran riqueza LA VISTA AL MAJESTUOSO MAR AZUL, que es deleite y orgullo de nuestra zona de La Costa.
El abuso del poder, el abuso del dinero, el abuso del mando gubernamental, usurpan, nos quitan, o mejor dicho, nos roban la panorámica vista al mar; pero, también, violan, alteran, o pasan por encima la declaración y disposición presidencial que confiere a esta Costa un longitud que abarca más de 60 kilómetros de área protegida y reserva de la biodiversidad, para conservar así su gran belleza y riquezas naturales.
Nuestra COSTA SUREÑA, vía panorámica, turística, cultural y recreativa, única en su estilo, de inigualable belleza y múltiples atractivos de admiración, nos ofrece playas con gravas en lugar de arena, bosques húmedos, balnearios de aguas frías, como San Rafael, Los Patos, río Bahoruco, Villa Miriam, Playas como Saladilla, el Quemaito, playa La Ciénaga, el Mirador de Paraíso, San Rafael, que ofrecen gran deleite a los visitantes de esta vía panorámica que comienza en la ciudad de Barahona y termina en Pedernales.
Hoy, la comunidad de Bahoruco y La Ciénaga, ven su patrimonio usurpado, pero mañana, sino no hay un stop, unos reclamos de nuestros derechos, será toda la Costa, toda la región todo el País.
Las playas del país son privatizadas, el sector turístico y particulares, violan textos legales en detrimento de los pueblos, impidiéndole disfrutar de sus paisajes y espacios de recreo y diversión.
Hay una ley que prohíbe las construcciones dentro de la franja de 60 metros a partir de la orilla del mar; pero las autoridades encargadas de hacerla cumplir se hacen indiferentes, de la vista gorda.
Toda persona tiene el derecho al pleno disfrute de las playas y al mar, nadie está autorizado a disminuir los espacios de diversión para mejorar su calidad de vida.
Digamos no, no, no, al abuso, al robo contra los patrimonios de los pueblos, luchemos como ese 14 de junio, fecha que honramos hoy, por la causa del pueblo. ¡No!, Gonzalo Castillo, ¡no! señor Ministro, ¡no!, así, ¡no, no no y no!
Pbro. Manuel Hidalgo Feliz C.
Sacerdote de La Cinaga.
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