Por Luis Terrero
¨La impunidad vuelve valientes a los cobardes y osados a los pusilánimes, y el día en que cobardes y pusilánimes alcanzan el poder sus sucias babas lo aniquilan todo¨. Alberto Vazquez Figueroa.
Si usted preguntare al cien por ciento de la población que pasará en el caso ODEBRECHT, sin temor a equivocarme yo diría que la inmensa mayoría respondería: NADA. ¿por qué se ha perdido la fe en la justicia Dominicana? Pienso que fruto de los tantos desaciertos intencionales o no, con errores intencionales o no, lamentablemente es la justicia que tenemos, manejada por el poder político, que centra todo su poder de manera inmisericorde en jueces y fiscales puestos ahí, para proteger corruptos y corruptores.
¿Son todos los que están? NOOOOO, ¿Por qué? por la sencilla razón de que hay figuras que se deben proteger, que de una u otra manera autorizaron a recibir esos sobornos, en este país pueden existir tontos o pendejos, pero no todos son así, todavía existen hombres y mujeres que aun piensan, sobornos de esa envergadura no pasan en un determinado gobierno sin salpicar a esas figuras que se pretenden proteger y cuidar hasta extremos de sacrificar a los peones de ser privados de su libertad.
Siempre he dicho ¨Los pueblos se cansan¨, y creo que ya la paciencia de este pueblo se está agotando, se hace necesario una reingenieria del Estado Dominicano, y por lo visto no es tarea fácil, pero tampoco imposible, todos los cambios son tortuosos, dejan perdidas lamentables, incluso vidas humanas se pierden, cosa esta que no tiene precio, la vida humana es el don más preciado, pero la gente tiene momentos en que su estado de inconformidad que prefieren ser atravesados por una bala, a vivir en un sistema podrido.
Llegó la hora de apretarse los pantalones y exigir que caiga quien caiga aunque sea por primera vez se haga justicia con los corruptos y corruptores sin que paguen inocentes, y sin dejar los verdaderos culpables en libertad, es justicia que queremos y pedimos.
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