POR: ALEJANDRO SANTANA
¡Qué tiempos aquellos!, Cuando éramos felices e indocumentados, cuando en los colmados o pulperías todos los sábados te daban la ¨ñapa¨, de un puño de azúcar, o la mitad de un dulce de a chele.
Indocumentados porque la mayoría de las veces nos identificaban por un apodo, como por ejemplo, Ovejo, La Chivada, Luis Gueñé, La Picara, Chichi la mula, Culo pinto, La melaza, La bruja, Niningo, Luis la quimba, Camarón, La muá, Piñita, Bajo e culo, Bobita, Roba huevo, Bufete, La Gueva, Bubún, Casú,Geñeo, Cantú, Tó lomio, Tupe Logín.
En esencia eran los nombres con que nos identificábamos en mi barrio Villa Estela, en otras barriadas existían otros apodos raros que nos llegaban y nos causaban gracias y hasta relajábamos con ellos por considerarlos raros, no así lo nuestros.
Eran tiempos felices, aunque nuestra mayor felicidad era cuando alguien en el barrio se enfermaba o le daba un Yeyo, un “pata tú”, o una “sirimba”, y nos mandaban al parque Central a buscar un carro para llevar al enfermo al hospital, salíamos raudos, a buscar un carro de la Línea Estrella Blanca, para venir montado en la parte delantera es decir compartir con el chofer la puerta de al lado(la derecha), para que todos en el barrio nos vieran montado en un carro.
Teníamos a nuestros choferes preferidos que sólo obviábamos cuando no estaba de turno, de allá veníamos con Ave negra, con El chivo, con Pato Luca, con el Burro prieto, con La aguja, con Pata e buey, con Marrano, con Luis la burra, con Búa, El burro blanco, o con Tolomio.
Realmente nos la gozábamos cuando alguien se enfermaba y había que llevarlo al hospital Jaime Mota, que para todos ¡quedaba muy lejos!, era la percepción de entonces, cuando las calles no estaban asfaltadas, Las cosas en los barrios fueron cambiando, nosotros fuimos saliendo a otros barrios donde conocíamos los apodos raros de otros personajes, como Panzón, Guevoduro, Navarrito, ocotapio,Salta pa tra, María los chorros, Pata de leche, Mata burra, Mata cura, María puente roto, Dodo la puerca, colmado, Luis glotora, Ojito verde, Machito, El Americano, María mata borracho, Bota pincho, La estrecha, esta tiene su historia, por la ropa que usaba para la época,
En cada parada de guagua uno escuchaba otros nombres no menos sonoros, como Buena rueda, La mofeta, José papá, Meloguindo, Víctor malaco, Renán, Navarro, Culo e coco, Bebe leche, Boca e blumén, Blanco el perro, José cachón, Tunedys, De oro, Come moro, El guardia, La cotorra, Jabino, Papito Mata cuero, Cheveo, Papito Tres culo, Hijo e cuerno, Pichín, Juan Amado, Vela culo, Viste encuero, Pomó el saca tecas, María la pinta, Jacinta la ciega, Lo viejo, Chichi zapato,Pandé,Papolo, Millo ojo e tetera, Pule, en ensebao,Manuel la Polla, Culito e carey, Yuya, Casú, Geñeo,
Pese a toda esa acuarela de apodos raros, éramos felices y nos conformábamos con ir a la cabeza del rio Birán a disfrutar de los mangos, y darnos un chapuzón, pero sin dejar de disfrutar en el camino con las ocurrencias de Dodo la puerca.
Que cuando lo vaciábamos, nos contestaba de la siguiente manera: ¡Joven, dígale a su mamá que me mande los pantaloncillos que se me quedaron en la cama, anoche cuando salí corriendo al sentir llegar su padre!
Escrito por Alejandro Santana
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